A pesar de las manifestaciones de los antiabortistas del pasado domingo para que la “ley Gallardón” continuara adelante y sus amenazas de retirar su voto al Partido Popular en caso de que el Gobierno diera marcha atrás con la restrictiva reforma, el miedo a perder muchos más votos de la ciudadanía defensora del derecho de la mujer a decidir sobre cuerpo y la fuerte presión de la mayoría de la sociedad han pesado más en la balanza de Rajoy.
Tal como se venía esperando desde que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunciara el martes pasado su intención de posponer su polémica reforma de la ley del aborto, hoy finalmente ha sido el presidente del Gobierno quien se ha pronunciado oficialmente al respecto, pero de un modo mucho más contundente: el proyecto de Gallardón queda definitivamente desechado.
Rajoy apuesta por mínimos cambios en la ley actual
Mariano Rajoy ha confirmado este martes la retirada del anteproyecto de la llamada por el PP Ley Orgánica de Protección del Concebido y los Derechos de la Embarazada, redactado por el Ministerio de Justicia, por no haber encontrado el consenso suficiente para sacarlo adelante.
En su lugar, ha anunciado que el Ejecutivo reformará la actual normativa para asegurar que las menores de 16 y 17 años necesitan del consentimiento paterno para interrumpir su embarazo y apostará por un Plan de Protección de la Familia que verá la luz, según ha dicho, antes de finales de año.
El jefe del Ejecutivo ha hecho este anuncio en declaraciones a los medios tras participar en el Congreso Mundial de Relaciones Públicas que se celebra en Madrid.
Temor a un cambio de Gobierno
«En este momento, yo como presidente del Gobierno, creo que he tomado una decisión que es la más sensata: vamos a seguir trabajando por la cohesión, lo que no podemos tener es una ley que cuando llegue otro gobierno la cambie al medio minuto», ha dicho Rajoy.
Según ha explicado, en un tema que «afecta a convicciones profundas y personales de los ciudadanos» y que «genera división en mucha gente», el Gobierno «ha hecho el mayor de los esfuerzos de que fue capaz para intentar llegar al mayor de los entendimientos posible».
No obstante, llegados a «este momento», el presidente considera que la reforma debe limitarse al aspecto de la legislación vigente que en su día generó más polémica, la posibilidad de abortar sin permiso paterno que tienen las menores de edad en caso de conflicto familiar.
«Se puede modificar la ley para que aquellas jóvenes de 16 o 17 años que aborten tengan que hacerlo con el conocimiento y con el consentimiento de sus padres». «Lo vamos a hacer», ha asegurado.
Asimismo, ha avanzado que presentará «también antes de fin de año un plan de apoyo a la familia» y, aunque ha afirmado que el Ejecutivo seguirá «estudiando» alternativas a la legislación actual, estas serán de momento, las únicas medidas inmediatas.
«Creo que hay algunas cosas que se pueden seguir haciendo en el futuro, que se puede buscar más apoyo y que seguiremos trabajando, pero hoy por hoy, la decisión que he tomado es que vamos a modificar los dos puntos a los que he hecho referencia», ha sentenciado. (Postdigital/Agencias)