El último informe presentado por la ONG Oxfam Intermón, enfocada en la lucha contra la pobreza, pone en evidencia el injusto sistema recaudatorio español, según el cual el 90% del total de los impuestos son aportados por las familias, mientras que tan solo el 2% procede de las grandes empresas, a pesar de corresponder a grandes fortunas que además presentan el 72% del fraude fiscal.
Los responsables de Oxfam Intermón han pedido este miércoles al Gobierno que acometa una reforma fiscal que permita financiar adecuadamente las políticas sociales tras los ajustes sufridos, ya que, con el actual sistema, las familias aportan casi 50 veces más a las arcas públicas que las grandes empresas.
Actualmente, según Cavero, sólo el IRPF es el impuesto que garantiza la progresividad del sistema, es decir que aquellos que tienen más contribuyan proporcionalmente al erario público, mientras que el IVA y los impuestos especiales «son regresivos». Además, desde 2007, el tipo general del impuesto sobre sociedades es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes. Sin embargo, el tipo efectivo que soportan, lo que realmente pagan sobre sus beneficios, es «muy inferior».
El informe destaca los beneficios fiscales concedidos a las empresas en 2011 (28.210 millones), que el 80% de esta cantidad correspondió a las grandes empresas y que estas, sin embargo, abonaron 3.012 millones en impuestos de sociedades.
El 72% del fraude fiscal (43.0000 millones) en España corresponde a grandes fortunas y empresas, con lo que, según Cavero, es «mucho más eficiente» atajar el fraude por esta vía que por otras con menor repercusión. La economía sumergida, estimada en un 25%, y el fraude fiscal está haciendo, según Cruzado, que España pierda con respecto a otros países de la UE una media de 40.000 millones.
Ante esta situación, según Cruzado, se debería reformar la Agencia Tributaria para, entre otras cosas, dedicar más medios a la investigación e inspección ya que ahora sólo se destina el 20%.
Otra medida que aconsejan es la supresión de las EVE (Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros), que permiten a multinacionales extranjeras radicadas en España no pagar impuestos por los beneficios obtenidos en el extranjero, pero sí recibir ayudas y rebajas fiscales aquí por sus supuestas pérdidas. (EFE)