Pese a que describe su estancia en el país asiático como «muy productiva» y destaca la amabilidad de los japoneses, la científica ha intentado sin éxito volver a España, donde a su juicio las opciones son limitadas y existe «un tapón» que impide a los jóvenes investigadores españoles instalarse en su país de origen.
«Creo que Japón se encuentra entre las cinco primeras potencias del mundo a nivel de investigación. Les falta algo de marketing a la hora de vender sus logros científicos fuera y también tienen la barrera del lenguaje, que les perjudica frente a los anglosajones», opina sobre el país que le ha premiado, por ahora, en dos ocasiones.
Tellez alaba la financiación «a años luz» respecto a Europa que las autoridades japonesas destinan a los proyectos de investigación y destaca la colaboración entre el sector público y el industrial nipón, lo que le ha permitido explorar técnicas punteras en su sector. «Trabajo con un equipo del que apenas existen una decena de modelos en todo el mundo», detalló.
Pese a que describe su estancia en el país asiático como «muy productiva» y destaca la amabilidad de los japoneses, la científica ha intentado sin éxito volver a España, donde a su juicio las opciones son limitadas y existe «un tapón» que impide a los jóvenes investigadores españoles instalarse en su país de origen.
«En mi grupo de amigos del London Imperial College el idioma en el que hablábamos era el castellano. Casi todos éramos españoles. Es una pena, hay mucho talento fuera de España», se lamentó Tellez, a quien le gustaría llevarse lo aprendido en el extranjero «a casa».
La científica, que invertirá este premio en adquirir «reactivos químicos e instrumentos» para continuar su investigación, cree que la fuga de talento español se puede detener. «Si los políticos se deciden a invertir en el sector y hay ganas, habrá solución», concluye convencida.
(Agencias)