El cura de la localidad mallorquina de Can Picafort, Pere Barceló, ha sido expulsado del estado clerical por la Iglesia de Mallorca tras haber sido hallado culpable de pederastia por el tribunal eclesiástico que le juzgaba en relación a las acusaciones de abusos sexuales que llevó a cabo a lo largo de años a varias menores de edad.
Según el comunicado del Obispado de Mallorca, Pere Barceló es culpable “de la comisión de delitos contra el sexto mandamiento del Decálogo con menores”, con lo que se le impone la pena máxima que la Iglesia contempla para sus clérigos: la prohibición total del ejercicio de su ministerio sacerdotal.
El cura había sido apartado ya cautelarmente de la parroquia en el año 2011, cuando una joven de Cala Rajada, la localidad en la que había ejercido Barceló con anterioridad a Can Picafort, le denunció siendo ya mayor de edad ante el Obispado de Mallorca, acusándole de haberle hecho sufrir abusos sexuales en su infancia.