
En vez de usarlo como un banco público para dar servicio a la ciudadanía tras su rescate, que costó a los bolsillos de los españoles 22.424 millones de euros solo en medidas de capitalización (hasta 147.000 millones en ayudas públicas recibidas según la asociación ATTAC), el Gobierno de Mariano Rajoy continúa en su senda de re-privatización de Bankia bajo el dictado de la Comisión Europea y el BCE, que marcan como fecha límite para su privatización absoluta el 31 de diciembre de 2019.
El Estado, a través del FROB, ha dado orden para vender a través de una colocación acelerada de acciones un 7 % de su participación en Bankia, con un valor de mercado próximo a 840 millones de euros.
La colocación de las acciones se hará entre inversores institucionales y se cerrará previsiblemente antes de la apertura de la bolsa de este martes.
Bankia acumula este año una revalorización del 10,21 % y ha subido este lunes en bolsa un 0,55%, hasta 4,173 euros por acción, con lo que su capitalización supera los 12.000 millones deeuros, y el paquete de acciones puesto a la venta por el Estado tiene un valor de mercado de unos 840 millones.
La reprivatización de Bankia, nacionalizada en 2012, ya se inició en 2014 con la venta del 7,5% de las acciones de la entidad, dejando al Estado aún en posesión del 64,2% de esta, es decir, pública.
Esa primera venta permitió recuperar al Estado tan solo 1.300 millones de los 22.424 millones destinados a su rescate.
Ahora, una vez saneada y siguiendo las órdenes de Bruselas, los españoles debemos deshacernos del resto de la entidad cuando comienza a ser rentable.
La cantidad total no recuperable de las ayudas a la banca asciende, según el Banco de España, a unos 60.613 millones de euros de dinero público perdidos para siempre. (Postdigital/Agencias)