En vez de usarlo como un banco público para dar servicio a la ciudadanía tras su rescate, que costó a los bolsillos de los españoles 22.424 millones de euros solo en medidas de capitalización (hasta 147.000 millones en ayudas públicas recibidas según la asociación ATTAC), el Gobierno de Mariano Rajoy continúa en su senda de re-privatización de Bankia bajo el dictado de la Comisión Europea y el BCE, que marcan como fecha límite para su privatización absoluta el 31 de diciembre de 2019.
Esa primera venta permitió recuperar al Estado tan solo 1.300 millones de los 22.424 millones destinados a su rescate.
Ahora, una vez saneada y siguiendo las órdenes de Bruselas, los españoles debemos deshacernos del resto de la entidad cuando comienza a ser rentable.
La cantidad total no recuperable de las ayudas a la banca asciende, según el Banco de España, a unos 60.613 millones de euros de dinero público perdidos para siempre. (Postdigital/Agencias)