En la noche del pasado jueves, horas después de que el Supremo se pronunciara a favor de la ciudadanía en el marco hipotecario y horas antes de que el tribunal se echara atrás y reculara para salvar a los bancos, el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue pillado posicionándose a favor de los bancos y los banqueros.
Consciente del alcance de sus palabras, Rajoy añade: “Si esto se estuviera grabando, que estoy seguro de que sí, y sale, me van a dar hasta en el carné de identidad”.
El apoyo de Rajoy a los banqueros surge, inoportunamente para él y su partido, en un momento de indignación social por la insólita decisión del Tribunal Supremo de recular en apenas 24 horas sobre su propia sentencia que cargaba la responsabilidad de los impuestos de las hipotecas sobre las entidades bancarias, hasta ahora asumidos por los hipotecados, echándose atrás después de la caída en bolsa de los bancos y remitiendo la decisión al Pleno del Supremo.