A petición propia para explicar la situación de la economía española, el ministro Luis de Guindos compareció en la tarde de ayer en la Comisión de Economía del Congreso, donde mostró, con respecto a las perspectivas económicas del país, un optimismo tan desbordante en su exposición inicial, que despertó el recelo general de los grupos de la oposición.
El relato de logros y beneficios para la sociedad que, según el ministro de Economía, ha alcanzado el Gobierno del Partido Popular con su gestión económica a lo largo de 2013, y la descripción de las alentadoras perspectivas para 2014, fueron tildadas por el diputado socialista Miguel Ángel Cortizo como “literatura fantástica” y dejó al diputado de IU Alberto Garzón “patidifuso”.
Según De Guindos, “hemos dejado atrás la recesión e iniciamos una nueva senda en la que será clave continuar con las reformas y con el control de las cuentas públicas”.
El rescate de 15.000 millones de euros de la CAM
A la pregunta de Miguel Ángel Cortizo sobre si, además de los 8.000 euros de Novacaixagalicia, aún queda dinero público por perder en esta entidad y en el rescate a la banca en general, Luis de Guindos sorprendió con su anuncio del coste público que alcanzará el rescate de la CAM.
El incremento de gasto público en Novacaixagalicia es, según el ministro, imposible, ya que en el pliego de condiciones de la transacción de venta no se ha incluido ningún Esquema de Protección de Activos (EPA) ni ningún otro tipo de garantía que tuviera que cubrir el Estado español en el caso de pérdidas futuras de la entidad traspasada a manos privadas. Algo de lo que De Guindos se siente especialmente orgulloso pues, según él, es el primer caso desde que empezó la crisis en el que el coste está cerrado.
Para reforzar su postura y, al mismo tiempo, replicar a la oposición socialista, el ministro puso como ejemplo la gestión de la privatización de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, donde De Guindos se encargó de remarcar que fue llevada a cabo durante la última etapa del Gobierno del PSOE. “Existe posibilidad de incrementarse [el rescate], por ejemplo, en la CAM, porque la CAM tiene un EPA. En el tema de la CAM este Gobierno tiene poco que hacer, este va a ser seguramente el principal elemento de gasto que vamos a tener en una entidad. La CAM la asignó el Gobierno anterior al Banco Sabadell y es ahí donde, según algunos criterios, puede acabar teniendo un coste que se encuentra en el entorno de los 15.000 millones de euros”, anunció De Guindos.
El ministro de Economía explicó además que, de los 61.366 millones de euros de dinero público que se han destinado a sanear la banca reconocidos por el Banco de España (según otras consideraciones podrían ascender hasta 150.000 millones), 22.000 millones fueron inyectados a Bankia y 12.000 millones a Catalunya Caixa, una cifra comparativamente muy superior si se tiene en cuenta que la caja catalana es cuatro veces más pequeña.
Según el ministro, “el grado de agujero que existía en Catalunya Caixa no tiene parangón en el sistema financiero español” y “se sabrá con seguridad el coste cuando se termine el proceso de privatización” de la entidad. Lo que significa que aún está por saber la cifra que finalmente perderán los españoles con el rescate a Bankia y a Catalunya Caixa.
La sociedad española “puede estallar en cualquier momento”
Para el diputado por Izquierda Plural, Alberto Garzón, lo más destacado del discurso del ministro de Economía de ayer estuvo muy lejano de la realidad de nuestra sociedad y centrado sólo en indicadores macroeconómicos que “no repercuten en la mejora de las condiciones de vida materiales de la ciudadanía” en cuestión de “salarios, paro, pensiones, acceso a la vivienda y a los suministros”.
El “débil y frágil crecimiento del PIB del 0,3%” previsto optimistamente por el ministro para el 2014 y considerado por él como “buenas noticias”, no es para Garzón diferente del ya vaticinado 0,1% previsto en 2011, cuando “se habló tanto de los brotes verdes” y “sólo eran tiempos de optimismo sin fundamentos sólidos detrás”, que lo dejaban “en una simple ilusión”.
El joven diputado incidió en que el Partido Popular no explica cuál es su estrategia económica y, sobre todo, no nos dice “qué nos va a quedar en esa estrategia que están pensando para España” después de “esos sacrificios que se están imponiendo a la sociedad en forma de rebajas salariales por mediación de la reforma laboral y de rescates y las reformas estructurales en Educación, Sanidad y prestaciones sociales”. “¿Qué va a pasar después, se recuperarán?
Para Garzón, el “perfil ascendente de la recuperación” indicado por De Guindos se asemeja mucho a una escalera por la que suben “en primer lugar los grandes bancos, las grandes empresas, las grandes fortunas que empiezan a visualizar en sus beneficios contables buenas noticias”, y de ahí “se derivan las palabras de felicidad y alegría de los grandes banqueros como Botín”. Pero no se habla del ciudadano de a pie que, “cuando llegue su turno para subir, se va a encontrar con que le han dado una patada a la escalera y ya no va a subir, con que su salario se va a quedar igual de miserable para el resto de los tiempos y que sus sacrificios no fueron temporales sino impuestos por el Gobierno a la mayoría de la población” con carácter permanente.
El diputado considera que los indicadores macroeconómicos que celebra De Guindos son “perfectamente compatibles” con una “situación social de hervidero a punto de estallar” y finalizó su intervención mencionando el reciente conflicto del barrio de Gamonal en Burgos, que, para él, “no tiene que ver sólo con una cuestión propia de unas obras concretas, sino que también puede tener detrás la acumulación de la tensión y de la frustración social que esta sociedad está acumulando y a la que el Gobierno, lamentablemente, no está dando respuesta”.