Ante la tan anunciada y polémica reforma de la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo o aborto planteada para un futuro próximo por el ministro Alberto Ruiz Gallardón, el PSOE ha presentado esta tarde en el Congreso una moción en contra del desarrollo de dicho proyecto, en un ambiente muy tenso caldeado por las intervenciones de los distintos grupos políticos al respecto.
A pesar de que el proyecto de ley de Gallardón aún no ha visto la luz ni se ha dado una fecha aproximada para su salida, las pistas que el Partido Popular ha ido avanzando sobre el contenido de la futura ley han generado todo tipo de protestas en la sociedad española, sobre todo en la intención del ministro de eliminar la ley de plazos para sustituirla por una ley de supuestos en la que el riesgo mortal para la vida de la madre o la enfermedad y discapacidad del futuro nacido no serían motivo para la interrupción del embarazo.
Carmen Montón, la diputada socialista que ha presentado la moción en la cámara, ha acusado al ministro Gallardón de querer llevar a cabo una “prohibición del aborto encubierta” que supondría para España “el mayor retroceso en derechos y libertades de su historia democrática”, al plantear una ley aún más restrictiva que la legislación de los años ochenta, eliminando la actual ley de 2010, que está basada en las recomendaciones de organismos internaciones y es muy similar a las de todos los países del entorno europeo.
La diputada ha asegurado que la ley de 2010, aprobada por el PSOE con un amplio consenso político y social, no ha presentado ninguna consecuencia negativa desde su implantación ni ha aumentado el número de intervenciones, que se ha desarrollado con total normalidad, que aporta un entorno sanitario seguro para las mujeres y contempla la educación sexual en el marco de la prevención de los embarazos no deseados, respetando la autonomía y libertad de las mujeres, lo que considera un avance con respecto a la ley anterior.
Con esta futura ley, “ustedes las empujan al aborto inseguro y clandestino” y “vuelven a considerarlo como delito con pena de cárcel”, ha añadido la diputada, que además ha acusado al Gobierno de haber “decidido ceder ante el chantaje de los obispos que quieren imponer su moral religiosa para limitar y vulnerar el derecho de las mujeres a su libre maternidad”.
Montón también ha tenido unas palabras para las sonadas declaraciones de hoy del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, cuando dijo que “el aborto tiene algo que ver con ETA”. La diputada ha expresado que “las mujeres no somos etarras, las mujeres no somos asesinas”, y ha pedido una petición pública de disculpas del ministro de Interior o su destitución por parte del presiente del Gobierno Mariano Rajoy.
De un modo similar se ha pronunciado el diputado por ERC, Joan Tardà i Coma, que ha protagonizado la intervención más escandalizadora de la tarde al acusar a Gallardón de permitir que el arzobispo Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal, se exprese a través de él. Para Tardà, Rouco Varela es “el representante del demonio, porque condenar en el año 2013 a las mujeres a no ver reconocidos sus derechos sexuales y reproductivos es maldad”. Además ha acusado de integrismo, nacionalcatolicismo e hipocresía tanto a Rouco Varela como al PP, como practicantes de una doble moral con la cual “los ricos seguirán teniendo dinero para enviar a sus criadas a Londres a abortar”. El diputado ha advertid al PP de que “no podrán contra los derechos de las mujeres y la historia actuará como una apisonadora”, y de que dentro de unos años se avergonzarán de Gallardón: “sus hijas, sus mujeres, serán las primeras que se avergonzarán de ustedes”, ha concluido.
Onintza Anbeita, por Amaiur, ha recriminado al PP el querer forzar el nacimiento de niños discapacitados a la par que elimina todo tipo de ayudas a la dependencia y mina el sistema nacional de salud pública. “Jueces, obispos y políticos, todos hombres, hablando de lo que es inmoral”, “quieren llevarnos a tiempos en los que las mujeres tenían que parir con dolor todos los hijos que Dios y sus hombres querían”.
“No vamos a consentir ni un paso atrás”, ha afirmado la diputada de Izquierda Plural Ascensión de las Heras, que considera a Gallardón y al PP como los “Torquemadas del siglo XXI” y que “la sombra alargada e impositiva de la Iglesia Católica ha influido en el desarrollo de esta ley”. “Ahora toca combatir con todas nuestras fuerzas, estaremos con los movimientos feministas en las calles, rechazaremos las posiciones retrógradas que pretenden devolvernos a un pasado oscuro de las mujeres”, “porque es nuestro deber y la razón está de nuestro lado”, ha anunciado.
Para PNV y UPyD no es el momento ahora de tratar un tema tan complicado y sensible como es la reforma de la ley del aborto pues, en primer lugar, el Tribunal Constitucional aún no se ha pronunciado sobre la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por el PP sobre la legislación de 2010, y en segundo lugar, porque esta ley lleva poco tiempo en vigor y aún no se pueden sopesar sus pros y sus contras. Por otro lado, consideran que el contenido de la moción del PSOE es casi exclusivamente una repetición de la misma ley de 2010, que ya está aprobada y que PNV apoyó en su momento; UPyD considera, sin embargo, que sí habría que revisarla en determinados puntos, como es el de la posibilidad de las menores de abortar sin el permiso de sus padres a partir de los 16 años de edad, pero que no es el modo de hacerlo ahora como “estrategia política” del PP, sino desde la serenidad y la legalidad judicial.
Desde CIU ha habido división de posturas, estando Unió a favor de considerar una revisión y una reforma de la ley actual, puesto que en 2010 ya presentaron una enmienda a su totalidad, pero no considera el entrar en debate ahora mismo sobre una reforma para la que aún no se ha presentado un proyecto oficialmente. Por el contrario, Convergencia apoya la moción del PSOE para que se mantenga la legislación vigente, al considerar que es equilibrada en la defensa tanto de la mujer como del no-nato y, refiriéndose al PP, les ha comunicado que “si lo que tienen que decir no es más bello que el silencio, no lo vayan a decir”.
Los únicos partidos en posicionarse abierta y directamente en contra de la moción del PSOE y, por tanto, a favor de la reforma de Gallardón en los términos ya avanzados han sido el mismo PP y UPN.
El diputado de UPN, Salvador Armendáriz, ha echado mano del recurso efectista de presentarse ante el estrado con el retrato de un feto no nacido preguntando si “el derecho a eliminar la vida humana constituye un derecho social” y ha abogado por ayudar y apoyar a las mujeres en su futura maternidad antes de enfrentarlas a la decisión de dar o no a luz.
En defensa de la derogación de la actual ley a favor de su reforma, Beatriz Escudero ha expresado en nombre del PP su apoyo al proyecto de Gallardón, opinando que “el derecho a la vida es el principal de nuestros derechos” pues sin él no habría otros derechos, y que “el concebido y no nacido tiene el mismo derecho a la vida” que el resto, dejando de lado el tema del aborto eugenésico (malformaciones o enfermedad en el feto) para tratarlo en otra ocasión, ha dicho.
La intervención de Escudero ha levantado ampollas en la sala cuando ha afirmado generalizando que “todas las mujeres sabemos desde el primer momento en que nos quedamos embarazadas lo que llevamos dentro”, y que “tener que decidir si interrumpir un embarazo o no es un drama personal y social”, añadiendo después que “las mujeres que en España se ven abocadas al aborto son las que menos formación tienen” y que “abortan más las asalariadas que las paradas”. Estas palabras de la diputada han provocado gran agitación en la cámara, llevando al presidente del Congreso a amenazar con la expulsión de las diputadas que no cejaran en sus quejas.
La enmienda del PSOE ha sido finalmente rechazada con la mayoría absoluta del PP, teniendo al resto de diputados a favor de la misma a excepción de 12 abstenciones.