El alcalde de València, Joan Ribó, ha asegurado este lunes que el Ayuntamiento ha reducido un 17 por ciento su deuda en dos años, según reflejan los datos del Banco de España al cierre del segundo trimestre de este ejercicio, que sitúan la deuda de la ciudad en 616 millones de euros, 121 millones menos.
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Si se cumple la previsión esta cifra, «será la más baja desde el año 2002 y supondrá que la deuda estará por bajo del 75% de los ingresos anuales, que es lo que solicita el Gobierno central que cumplan los ayuntamientos». «Esto significa que el Ayuntamiento podrá pedir nuevos préstamos sin la obligación de solicitar autorización y estar tutelado por el ministerio de Hacienda», añade.
Según Joan Ribó, «se puede bajar la deuda de las instituciones valencianas y gobernar para las personas, aumentando el desembolso en gasto social y garantizando la protección de las personas más vulnerables o, incrementado la limpieza y las dotaciones públicas para la ciudad, como el Parque Central, por ejemplo».
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