Los sucesivos recortes en la Sanidad pública efectuados por el Gobierno del Partido Popular han supuesto un gran negocio para las aseguras privadas, que han experimentado desde 2012 un boom en su número de asegurados, personas que buscan una atención médica privada ante el desmantelamiento de los servicios públicos, según denuncia la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CAS-Madrid) basándose en los datos recogidos por la Fundación IDIS.
Por otro lado, la coordinadora señala que aunque desde 2006 se ha producido un incremento del gasto sanitario público del 17,76% (aunque un descenso en porcentaje del PIB, que caerá por debajo del 6% en los Presupuestos Generales de 2018), este dinero no se ha traducido en una mejora de la asistencia, “ya que se ha dedicado fundamentalmente a pagar a las empresas privadas que gestionan la Sanidad Pública y a las multinacionales farmacéuticas, en vez de dedicarse a mejorar el sistema”.
Otro dato que destaca el colectivo para relacionar el aumento de seguros privados con la baja inversión en sanidad pública es el caso de Cataluña y Madrid, las dos zonas con mayor porcentaje de seguros privados y que resultan ser dos de las comunidades que menos dinero invierten per cápita en sanidad pública, así como a la existencia de la concertada: “A mayor cantidad de conciertos con dinero público, mayor aumento de pólizas”.
Para la Coordinadora-Antiprivatización, la conclusión es que el deterioro del Sistema Nacional de Salud “lo han producido las políticas capitalistas que solo buscan el beneficio de empresas privadas”, y en este escenario, “uno de los sectores que más gana es el de las empresas aseguradoras de asistencia sanitaria, que, pese a la ‘crisis’, cada año aumentan el número de asegurados/as y, en consecuencia, disparan sus beneficios”.