
Los avances de los resultados de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, (CIS) sobre intención de voto a los partidos, que saldrán oficialmente el próximo lunes, han levantado un torbellino en la escena política al colocar a la joven formación de Pablo Iglesias, Podemos, como la primera fuerza política en intención directa de voto, esto es, sin cocina de cifras resultante de la aplicación de los habituales criterios correctores técnicos que se realizan en este tipo de encuestas.
Este resultado supone el claro castigo de los votantes a los partidos tradicionales, salpicados por múltiples escándalos de corrupción, ya que en el momento de realizarse el sondeo acababa de salir a la luz el caso de las ‘tarjetas negras’ de Caja Madrid, en el que varios partidos se han visto envueltos, así como una estocada directa contra el Partido Popular y la percepción negativa de la ciudadanía sobre su capacidad de gestión de asuntos tan graves como la crisis del ébola, en máximo apogeo cuando se llevó a cabo la encuesta.
Sin embargo, aún pudiera haber sido peor el resultado para el PP de haberse postergado el sondeo, pues aún no habían sido destapada la trama de corrupción en la que el exsecretario general del partido en Madrid, Francisco Granados, fue detenido junto a otras cincuenta personas por embolsarse altas comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones públicas, ni se había encontrado la segunda ‘caja B’ de la financiación irregular de su sede en Vizcaya.
Tampoco había declarado aún el exministro de Interior Ángel Acebes en relación a la compra de acciones del diario derechista Libertad Digital con dinero procedente de la ‘caja B’ ni se había dado a conocer aún la imputación del gerente del PP en Castilla-La Mancha, José Ángel Cañas, por haber usado también 200.000 euros de esta caja para financiar ilegalmente la campaña de María Dolores de Cospedal.
No es de extrañar, pues, que en la sede de Génova estén los ánimos muy alterados al conocerse los primeros resultados no oficiales de la encuesta del CIS, así como en Ferraz, la sede del PSOE, un partido que lejos de remontar no parece sino seguir cayendo también encuesta tras encuesta. Los rumores benefician por tanto a Podemos, sin embargo, desde la formación prefieren mantener la cautela y no hacer declaraciones hasta que se publiquen los resultados oficiales.
En definitiva, de celebrase ahora las elecciones generales, según estos primeros datos de intención directa, Podemos ganaría en las urnas, seguido por el PP y, en tercer lugar, por el PSOE. Falta por ver cómo queda el resultado después de pasar por la cocina del CIS, pero parece ser que el fin del bipartidismo es ya un hecho.