
El único organismo de la Sanidad española que quedaba sin verse afectado por los recortes del Gobierno, el sistema nacional de trasplantes, acaba de recibir una dura estocada, según ha publicado hoy el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Las subvenciones para el fomento de la donación y el trasplante de órganos y tejidos humanos descenderán este año en un 20%, una reducción de medio millón de euros con respecto al presupuesto de los años anteriores, en los que se había mantenido estable. Concretamente, se pasará de la aportación de 2.559.170 euros a 2.059.170 euros.
La mayor pérdida, que asciende a 400.000 euros, se concentra en la formación del personal sanitario y la mejora del proceso, mientras que 100.000 euros es la cantidad que se detrae de la compensación a los centros sanitarios por transplantes realizados.
Se daña así finalmente al que hasta ahora fuera el gran orgullo de la Sanidad española -tomado como modelo por muchos de los países más desarrollados- tan sólo una semana después de que, precisamente por el liderazgo, la calidad y eficacia del sistema nacional de trasplantes y por la formación de sus profesionales, un español, el doctor José Ramón Núñez, haya sido nombrado responsable del programa de trasplantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La noticia no ha sido recibida con sorpresa por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), pues era algo que ya había sido tratado con anterioridad, habiendo conseguido solamente evitar que, al menos de momento, las subvenciones que aún se mantienen no deban ajustarse a la norma del Ministerio de Hacienda de diciembre de 2012, según la cual estas cantidades económicas dependería del cumplimiento del objetivo de déficit de las comunidades autónomas, algo que habría dejado fuera de los presupuestos a seis comunidades, incluida una de las más activas en cuanto a donaciones y trasplantes, Cataluña.
Hasta la fecha, España ha sido durante 20 años el país líder en donaciones, un índice que se mide relacionando el número de donantes por cada millón de habitantes de un país, de manera que España ha llegado a duplicar e incluso triplicar la tasa de otros países de la UE.