En la calle, sin tener que pagar fianza, sin retirada de pasaporte y con la única obligación de acudir a firmar una vez al mes pero ante la autoridad judicial no de España sino de Suiza, donde el condenado a seis años de prisión tiene su residencia, además de comunicar al tribunal cualquier desplazamiento fuera de la UE o cambio de residencia.
La decisión del tribunal, sin embargo, no es firme, ya que contra el auto cabe recurso de súplica en el plazo de tres días, y se estudiarán y resolverán en resolución aparte las medidas pedidas por la Abogacía del estado.
El tribunal justifica la decisión afirmando que “los acusados, en ningún momento, han tratado de eludir la acción de la Justicia y así, pese a las penas solicitadas, han comparecido a cada uno de los llamamientos, en todas las instancias, y en el día de hoy, a la hora indicada”.
Además, considera, aunque Urdangarin tenga fijada su residencia en Suiza, que “ambos acusados disponen del arraigo suficiente (familiar, social y laboral) en territorio nacional”, en especial el marido de la infanta, “cuyas particulares circunstancias, sobradamente conocidas, no eximen de su pormenorizado análisis” y, por tanto, no estima riesgo de fuga.