Una veintena de mujeres de la Assemblea Feminista de València han entrado este viernes en la sede de la Delegación del Gobierno en València y se han concentrado en el patio para exigir «la retirada de la ley mordaza», así como de todos los procedimientos sancionadores impuestos por la huelga feminista de 2018, algunos de los cuales, según ellas, se han recibido recientemente. Además, varias personas se reunieron frente al Palacio del Templo para apoyar la demanda. A primera hora de la tarde, el grupo abandonó el edificio tras cinco horas de espera, en presencia de la delegada Gloria Calero.
La Assemblea Feminista de València publicó el siguiente mensaje en las redes sociales: «Ocupamos la delegación del gobierno y exigimos la derogación de la ley mordaza en su totalidad, no su modificación; el archivo de todos los procedimientos administrativos en curso relacionados con el movimiento de mujeres; el reconocimiento público de que las personas más afectadas por la ley mordaza han sido las mujeres clave, la mayoría de ellas migrantes, y el reconocimiento de las acusaciones y abusos de la policía contra las manifestaciones por la libertad de expresión».
Todas estas peticiones se han plasmado en una Carta de Compromiso Institucional firmada por el colectivo Feministes i Antiracistes sense Mordassa y para que la pretenden conseguir el compromiso público de la delegada del Gobierno, Gloria Calero, con quien han reclamado reunirse.
La representante de la administración central ha estado hablando con el grupo. Tras ese encuentro, dos de las integrantes de la asamblea feminista han lamentado que Calero «reconoce la voluntad de derogar la Ley Mordaza, pero demuestra otra vez el doble rasero de esta Delegación» y han considerado que si realmente tuviera «voluntad política», nos les habrían llegado las últimas multas «a tres compañeras que fueron a un juicio en apoyo a las piqueteras».
En esta línea, han reconocido que la delegada se muestra «favorable al diálogo» en todas las conversaciones privadas, pero «después no tiene la voluntad de salir públicamente y reconocerlo». «No sabemos hasta qué punto se compromete», han constatado, para insistir en que la voluntad no es suficiente.
Por último, las feministas han animado a «llenar las calles estos días». «El 8 de Marzo no ha hecho más que empezar», han reivindicado, coreadas por algunas compañeras.
Fuentes de la Delegación de Gobierno han señalado que la prioridad ha sido garantizar la seguridad de los trabajadores y de todas las personas que se encontraban en el edificio.