“No os olvidamos, no nos olvidéis” es lo que nos recuerdan los jóvenes expatriados de la Marea Granate al final del vídeo, grabado en Francia, con el que llaman a la movilización de este sábado 1 de noviembre contra la nueva Ley de Seguridad Ciudadana impuesta por el Gobierno del Partido Popular, más conocida como ‘Ley Mordaza’, a la par que buscan concienciar a los países del entorno del giro represivo que la legislación española está dando en nuestro país contra la protesta pacífica.
¿En qué país nos pueden sancionar con una multa de más de 30.000 euros por manifestarnos frente al parlamento? o ¿en qué país la resistencia pacífica, como sentarse en la calle, puede ser considerada legalmente como un atentado contra la autoridad?, son algunas de las preguntas que los jóvenes españoles han realizado a los parisinos, ofreciéndoles varias opciones por respuesta, en las que siempre se encontraba España entre otros países europeos como Suiza, Alemania o Italia, y también de fuera de Europa, como Uganda, Japón, Corea del Norte o Venezuela.
Las respuestas de los franceses fueron muy mayoritariamente hacia países considerados dictatoriales, como Corea del Norte, Venezuela o Irán, excluyendo la posibilidad de que semejantes leyes pudieran ser consideradas en un país como España.
“En España hay un poco más de libertad, aunque la Policía sea dura, hay derecho a hablar, es normal”, opina un joven francés ante las preguntas relativas a que la autoridad de un policía pueda tener más valor legal que la palabra de un ciudadano ante el juez o sobre la prohibición de grabar a un agente en acto de servicio.
Las expresiones de sorpresa ante la verdadera respuesta, siempre España, son constantes en los rostros de los entrevistados. “Yo habría pensado que eso era más bien Corea del Norte”, “nunca habríamos pensado que fuera así”, “pensar que eso va a pasar en España dentro de poco es… es extraño”, son las respuestas de los jóvenes parisinos.
Un sábado amordazado
La convocatoria de este sábado en Madrid, prevista para las 12.00 horas en la plaza de Sol, será replicada en otras ciudades españolas y extranjeras, donde se representará el rechazo a la represiva nueva ley y el ataque a los derechos fundamentales de libertad de expresión y de reunión, mediante una concentración en la que los manifestantes participarán con mordazas en sus bocas.