Aunque la Fiscalía ha cambiado ahora de criterio y pedido que se archive la causa, el juez ha decidido abrir juicio oral contra Willy Toledo, que se sentará en el banquillo por ‘cagarse’ en Dios y la Virgen en la red social Facebook, tras ser denunciado por la ultracatólica Asociacion Española de Abogados Cristianos.
En su auto, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez, decreta apertura de juicio oral para Willy Toledo por un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos y otro de obstrucción a la Justicia, por negarse Toledo a comparecer ante el juez .
Sobre todo, dice la fiscal, porque «la intencionalidad de los mensajes no puede desvincularse del contexto en el que se publicaron», que tres mujeres iban a ser juzgadas por un delito contra los sentimientos religiosos por organizar la procesión del Coño Insumiso en Sevilla.
Juzgado «por decir dos tacos»
Toledo fue denunciado por dicha asociación a raíz de varios comentarios difundidos en Facebook en julio de 2017, en los que tildaba de «energúmena» a una jueza de Sevilla que decidió abrir juicio oral a tres mujeres acusadas de un presunto delito contra los sentimientos religiosos, por llevar a cabo una procesión con una gran vagina, que llamaron «la procesión del coño insumiso».
«Yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María. Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda. Viva el coño insumiso», dijo entonces el actor en su perfil de la red social.
El juez consideró que los mensajes, que Toledo publicó el 5 de julio, «contienen frases potencialmente ofensivas para la religión católica y sus practicantes» y consideró que había «motivos suficientes» para procesarle.
Ante la apertura de juicio oral, el abogado de Toledo, Endika Zulueta, ha lamentado en declaraciones a la prensa que en España haya una legislación «que facilite que una persona pueda estar sentado en el banquillo simplemente por decir dos tacos», y ha acusado a la Fiscalía de vivir «en una contradicción» por denunciar a Toledo y luego pedir su archivo.