Más de 100.000 personas marcharon este sábado en Madrid para pedir mayores medidas contra la violencia machista, que cada año se cobra la vida de decenas de mujeres en España.
Con gritos de «¡No estamos todas, faltan las muertas!» y «¡Tiene género la violencia!», una marea de mujeres y hombres llegados de toda España marcharon bajo un gran sol por el centro de la ciudad, entre el estruendo de pitos y tambores, convocados por 400 asociaciones feministas.
«Es fundamental que los hombres nos impliquemos, porque en España muchas mujeres ya están concienciadas, pero falta un poquito de educación para que los hombres acabemos con el machismo», afirma Nacho Molina, un informático de 49 años que viajó toda la noche en coche con tres amigos desde Sevilla.
Casi 300 autocares de todas las comunidades autónomas llegaron por la mañana a la capital, según los organizadores.
Sin lugar a dudas,jornada histórica cn miles d hombres y mujeres marchando contra el machismo.Gracias! #7NFeminista pic.twitter.com/F0MnJNIcfD
— Asoc.Carmen Cerdeira (@ACarmenCerdeira) noviembre 7, 2015
La policía no ha dado cifras de participación en esta marcha, a la que se sumaron los principales sindicatos y partidos políticos. En plena precampaña para las legislativas del 20 de diciembre, algunos estuvieron incluso representados por sus secretarios generales, aunque no hubo representación gubernamental.
En lo que va de año, 41 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas, según los datos del Gobierno español. De ellas, 25 habían nacido en España y 16 en otros países. Sólo siete habían presentado denuncias.«La crisis económica ha hecho que muchas mujeres no dejen a sus maltratadores porque sin recursos, no tienen adónde ir», se indignaba Marisa Teijeiro, de 61 años, empleada de banca jubilada, entre una multitud vestida con camisetas, bufandas y sombreros morados, que en un ambiente entre festivo y reivindicativo enarbolaba globos y banderas del mismo color. «Por eso más que nunca se necesitan más recursos públicos y no recortes», agregaba, mientras a su alrededor, los manifestantes enarbolaban pancartas en que podía leerse «No morimos, nos matan» o «El maltrato familiar, despreciable y criminal».
– Quemadas, apuñaladas, golpeadas –
>Apuñaladas, golpeadas o incluso quemadas por hombres que a menudo se suicidan después, cada una de las víctimas fue portada de toda la prensa en una España especialmente sensibilizada por este fenómeno social, que afecta a países desarrollados y en desarrollo de los cinco continentes.
Según un informe de Naciones Unidas publicado este año, un 35% de las mujeres del mundo ha sufrido violencia física o sexual de su pareja o violencia sexual de un tercero. E incluso en los países donde existen leyes contra la violencia doméstica, éstas no se aplican siempre correctamente.
Las organizaciones feministas reivindican ahora que ésta se amplíe para incluir otras formas de violencia contra las mujeres como las agresiones sexuales, el acoso en el ámbito laboral o la trata de mujeres y niñas.
«Contra las violencias machistas», proclamaba una gran banderola sobre el ayuntamiento madrileño, que la víspera se había iluminado de morado, al igual que otros monumentos como la Alhambra de Granada, en muestra de solidaridad.
Los manifestantes exigen también que la protección de las mujeres sea «una cuestión de Estado» en la que se comprometan todas las instancias públicas. «Si la vida no es cuestión de Estado no cuentes con mi voto», podía leerse en algunas pancartas.
Piden, asimismo, que se actúe no solo para castigar, sino para prevenir la violencia machista. Para Cristina Guijarro, responsable de telemarketing de 55 años, «el problema se erradicará cuando toda la sociedad sea consciente y se trabaje desde la educación, pero eso requiere tiempo».
(Agencias/Postdigital)