Falsificó multas de tráfico para vengarse de un vecino que le había denunciado en el pasado por cohecho, un delito por el que resultó condenado. Así reaccionó, Francisco G.L., un policía local de Castalla (Alicante) de 62 años que ha aceptado este jueves un año y medio de prisión y seis años de inhabilitación tras declararse culpable de un delito de falsedad en documento oficial y de un delito de prevaricación, por los que, además, deberá pagar una multa de 600 euros y deberá indemnizar a la víctima con 12.000 euros.
En concreto, según el letrado, la sentencia demostró que Francisco G.L. había estado cobrando ‘diferentes mordidas’ de dinero para hacer la ‘vista gorda’ ante la celebración de partidas ilegales de cartas en la localidad.
«Empezó a pedir más dinero y mi cliente se hartó y le denunció», ha precisado el representante de la acusación particular. El agente municipal tiene ya 62 años, por lo que la pena de inhabilitación, seis años, con que se ha conformado este jueves impedirá que pueda volver al trabajo.
El acusado se ha mostrado ante el tribunal muy arrepentido y, entre lágrimas, ha pedido perdón al denunciante. Su abogado ha solicitado a los magistrados que suspendan la ejecución de la pena de prisión «por razones humanitarias» ya que padece una enfermedad terminal. (Agencias)