
La tensión continúa creciendo en Ucrania. Un grupo de 300 soldados ucranianos que se dirigían a la base aérea de Belbek, tomada por las tropas rusas, con la intención de recuperar su cuartel ha sido recibido con disparos al aire por parte de los soldados rusos.
Los disparos han sido ejecutados como maniobra de disuasión, lo que no ha evitado que los soldados ucranianos continuaran su avance, dando lugar a escenas de tensión en ambos bandos. Los rusos han procedido a realizar más disparos disuasorios mientras han encañonado a los ucranianos advirtiéndoles de que desistieran de su avance y retrocedieran o, de lo contrario, les dispararían a las piernas.
El oficial al mando de la tropa ucraniana ha iniciado un diálogo con las fuerzas rusas avisándoles de que estaban siendo grabados y de que constan con el apoyo de EEUU. Finalmente, las tropas ucranianas han emprendido la retirada.
Son los primeros disparos desde la invasión rusa en Crimea, una situación de tensión que podría haber degenerado en el primer enfrentamiento armado entre ambos bandos.