
Naturei Karta, ultraortodoxos judíos, apoyan la causa Palestina en línea con un férreo ideario antisionista que le ha llevado a codearse con algunos de los mayores enemigos de Israel como Mahmud Ahmadineyad o Yaser Arafat.
Una reciente visita solidaria a Gaza, tras la ofensiva israelí de noviembre, o su reciente presencia en Ramala durante los actos conmemorativos por el reconocimiento de Palestina como Estado observador de la ONU, son algunas de sus últimas actividades.
Fundada en 1938 bajo Mandato Británico, «Naturei Karta», del arameo «Guardianes de la Ciudad», alude a guerreros espirituales de la fe talmúdica que luchaban contra el laicismo sionista.
Aboga por el desmantelamiento pacífico de Israel puesto que los judíos tienen prohibido tener un estado propio hasta la llegada del mesías, según un castigo que se extrae del libro del profeta Amos.
El rabino Meir Hirsch, líder del grupo, hijo del que fuera ministro para Asuntos Judíos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Moshé Hirsch, apunta que incluso la utilización de «Israel» como nombre del Estado supone una «usurpación», porque «los sionistas eligieron separarse del pueblo judío» y no tienen por tanto derecho a hablar en su nombre.
Sostiene que no es misión del hombre forzar el establecimiento de un Estado. Esta postura hasta hace tres décadas caracterizaba a casi toda la ultraortodoxia judía.
Hirsch afirma que su grupo está integrado por decenas de miles de personas con comunidades repartidas principalmente entre Jerusalén y Nueva York. Es consecuente con sus creencias y apunta que su comunidad vive de las donaciones extranjeras, al margen del Estado de Israel, que abandona cada tres meses al contar con un visado de turista.
Hirsch explica que según el Talmud, los judíos no están autorizados a dominar, matar, dañar o degradar a otro pueblo y por tanto no deben tener nada que ver con la empresa sionista o sus guerras.
Por ello se oponen a desposeer a los palestinos de sus tierras y hogares y defienden, como solución al conflicto de Oriente Medio, «el desmantelamiento de Israel y la creación en todo el territorio de un único Estado», el de Palestina.
Estos zelotes descienden de comunidades en Hungría y Lituania que se asentaron en el siglo XIX en la ciudad vieja de Jerusalén y se consideran aún en el exilio de la diáspora judía, un exilio «mucho peor» al de si estuvieran viviendo «en Estados Unidos o Francia», opina.
Pero quizá lo mas controvertido de su agenda son sus apoyos a enemigos declarados, pasados y presentes, del Estado judío.
Con su radical posición, Naturei Karta no sólo ha cosechado airadas críticas entre los israelíes, sino también entre los demás ultraortodoxos, que consideran al grupo una rara avis del variopinto pueblo judío, empeñado en seguir la penitencia del exilio hasta que Dios les devuelva al «reino de los cielos».