
La causa contra el concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, acusado de humillar a las víctimas de terrorismo por unos chistes de humor negro publicados en la red social Twitter en 2011, parece haberse instalado en una montaña rusa de archivados y reaperturas del caso.
Hace tan solo diez días, el juez Santiago Pedraz, quien ya había archivado en julio de 2015 la querella contra Zapata interpuesta por la asociación Dignidad y Justicia al no apreciar delito alguno, se veía obligado a proponer a Zapata para ser juzgado a instancias de los jueces de la Audiencia Nacional apartados del ‘caso Gürtel’, que le forzaron a reabrir el caso.
Ahora la Fiscalía, que en un principio había cargado contra Pedraz por desestimar la querella acusándole de usar argumentos “falaces” para no citar al concejal, ha decidido echarse atrás y solicitar al mismo juez Pedraz que decrete sobreseimiento de las actuaciones abiertas contra el edil porque en los tuits “no hay ninguna expresión sobre terrorismo, laudatorias a ETA o sus acciones o mención a personas concretas en cuanto víctimas de terrorismo”, ni existen datos que permitan afirmar que el concejal “participa en actividades o plataformas de apoyo a la organización terrorista ETA, o que muestren satisfacción o acuerdo con el dolor que causan los atentados terroristas”.
En cuanto al tuit de Zapata sobre la víctima de terrorismo Irene Villa, que ya dijo no sentirse ofendida por lo que ella misma consideraba “solo un chiste”, el fiscal considera que los comentarios del edil son “incompatibles con la intención de proferir expresiones de humillación a la víctimas del terrorismo, y permiten excluir absolutamente que las expresiones del citado tuit hayan sido realizadas con la conciencia y voluntad de producir humillación, descrédito o menosprecio en Irene Villa, y en las víctimas del terrorismo como colectivo”.
Aún así, Guillermo Zapata tendrá que sentarse en el banquillo, ya que las asociaciones Manos Limpias y Dignidad y Justicia, personadas en el caso, mantendrán previsiblemente la acusación.
El revuelo de los tuits de Zapata, escritos en el marco de la defensa de la libertad de expresión hace cinco años, cuando aún no era un personaje de relevancia pública y sus seguidores en la red social eran pocos y cercanos, se produjo inmediatamente después de las elecciones locales que relevaron al PP del Ayuntamiento de Madrid a favor de la formación de Manuela Carmena, y ya provocó la dimisión del edil como responsable del área de Cultura del Ayuntamiento.