La pobreza energética parece haberse cobrado otra víctima mortal. Ha sido en la localidad barcelonesa de Manresa, donde un hombre de 40 años de edad ha fallecido este lunes al incendiarse su casa al arder una estufa eléctrica. El fallecido tenía el suministro eléctrico cortado por impago desde el año 2011 y se proveía de electricidad pinchando el servicio de la luz.
La muerte de este vecino de Manresa reaviva el recuerdo del fallecimiento de una anciana de Reus el pasado mes de noviembre, que murió al incendiarse el colchón de su cama con una vela que usaba por no tener suministro eléctrico, ya que la compañía eléctrica Gas Natural se lo había cortado por impago.
La muerte de la anciana despertó una ola de protestas y trajo al debate social la pobreza energética en nuestro país, que podría ser la causa de seis de cada diez muertes en incendios. (Postdigital/Agencias)