Tras las primeras comprobaciones, por parte de los agentes actuantes, se inició una investigación y se pudo comprobar que los trabajadores estaban siendo sometidos a condiciones abusivas en materia laboral aprovechándose de la situación de irregularidad de todos ellos.
Los trabajadores, al encontrarse en situación irregular, carecían de contrato laboral y por consiguiente no estaban dados de alta en la Seguridad Social. Las jornadas eran abusivas, 15 horas diarias, por un salario de 40 euros la jornada y en unas pésimas condiciones higiénico/sanitarias, realizando su labor de recolección de frutas junto a ganadería en estado de descomposición. Además no se les facilitaba herramientas de trabajo por lo que se las tenían que procurar ellos mismos.
Fruto de todas estas irregularidades y de la falta de formación se ha materializado en numerosos accidentes laborales, como cortes, aplastamientos de falange e incluso la caída de un trabajador, desde un tejado, cuando se encontraba arreglándolo careciendo de ningún tipo de seguridad, ni de sujeción, según indican las mismas fuentes en comunicado de prensa.
DESPIDIERON UN TRABAJADOR POR SOLICITAR UNA MASCARILLA PARA FUMIGAR