Los españoles que proceden de familias con bajos ingresos podrían tardar hasta cuatro generaciones en alcanzar el nivel de ingresos medio, según consta el informe de la OCDE ‘A Broken Social Elevator? How to promote Mobility’, que ahonda en las oportunidades de los ciudadanos de diferentes países del mundo de «escalar» su posición económica.
España, el segundo país en percepción de desigualdad de oportunidades
En concreto, en el caso español, la OCDE asegura que hay una idea extendida de que las fortunas y ventajas de los padres juegan un papel fundamental en la vida de las próximas generaciones ya que un 53% de los encuestados señaló que la educación dada por los padres es un rasgo «importante» para la vida de sus descendientes.
La posición social de la familia
Así, teniendo en cuenta la movilidad de una generación a otra, así como el nivel de desigualdad, los datos de países como Portugal, Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Austria, Francia y Alemania muestran que llevaría entre cuatro y seis generaciones a aquellas personas de bajos ingresos para alcanzar un nivel de renta medio.
Sin embargo, en el caso español, el informe señala que tanto los hijos de familias pobres, como los de familias ricas, se mantienen en las posiciones sociales de sus progenitores, aunque lo hacen en menor medida que los demás países de la OCDE.
Así, el 28% de los hijos españoles cuyos padres tuvieron ingresos bajos acaban teniendo igualmente un nivel bajo de ingresos, frente al 31% de los hijos de padres pobres de la OCDE que mantienen esa posición. Por el contrario, el 34% de los descendientes de familias ricas consiguen llegar a un nivel alto de ingresos, frente al 42% de los hijos de familias ricas en los países de la OCDE que mantienen la posición de sus progenitores.
En cuanto a los tipos de ocupación, el documento detalla que en España, al menos la mitad de los hijos de un directivo acaban trabajando en un puesto similar, frente a uno de cada cinco hijos de un obrero que alcanzan este tipo de puestos altos.
Influencia del nivel educativo de la familia
En el plano educativo, en España, el 69% de los hijos de padres con alto nivel educativo completan algún tipo de educación superior, frente al 22% de los hijos de padres con un nivel educativo bajo. Asimismo, el 56% de los hijos de padres con un nivel educativo bajo tendrán tendencia a mantener un nivel bajo de educación, comparado con el 42% de la media de los países de la OCDE.
En este sentido, el estudio asegura que España está por detrás de otros países en términos de educación, pero que los ciudadanos españoles pueden lograr una mayor movilidad entre las divisiones del ranking. Esto se debe, según la OCDE a que, a pesar de los avances educativos de los últimos años en España, la tasa de abandono escolar sigue siendo una de las más altas de la Unión Europea, con un 19,9%.
De igual manera, el informe señala que las oportunidades de movilidad en España, tanto en los niveles más bajos como en los más altos, son «limitadas». Así, el 20% del total de los individuos con los ingresos más tienen un 64% de posibilidades de quedarse «estancados» en estos niveles conformando lo que el estudio ha designado como el «suelo pegajoso». Este «suelo pegajoso», asegura la OCDE, se ha intensificado desde los años 90, mientras que en lo alto del ranking, conocido como «techo pegajoso», la posibilidad de permanecer en ese rango es todavía mayor, un 72%.
La falta de movilidad en los niveles bajos de renta en España se debe, a juicio de la OCDE, a la gran cantidad de paro de larga duración y a la existencia de contratos de corta duración que impiden a la gente «escalar» posiciones de la división social.