El anuncio del que fuera candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, de separarse de la línea marcada por su partido para concurrir en las municipales bajo el paraguas de la formación de la actual alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, ha provocado un terremoto político en la izquierda que ha quedado plasmado en dos cartas.
Carta de Errejón y Carmena
“La democracia es un gran regalo colectivo y por eso mismo, a veces, como pasa con todas las relaciones humanas, hay que cuidarla y comprometerse con ella. En España y en particular en Madrid existe una mayoría demócrata y progresista que no quiere que nos arrastren al enfrentamiento y el retroceso. Pero una buena parte de esa mayoría necesita un proyecto que renueve su ilusión y confianza en que las cosas se pueden hacer todavía mejor. Para ello hay que abrir y sumar yendo más allá de las siglas: las fuerzas políticas del cambio son necesarias, la ciudadanía y su creatividad son imprescindibles. Nos encontramos ante un momento decisivo, Andalucía ha sido un toque de atención. Hoy todo el mundo sabe que necesitamos un revulsivo.
Las próximas elecciones autonómicas y municipales en Madrid son muy importantes. Madrid es una tierra de convivencia, de libertad y tolerancia, de solidaridad. Por eso queremos continuar el Gobierno del cambio en la alcaldía y extender su ejemplo a la Comunidad de Madrid, tras casi un cuarto de siglo de desgobierno, desigualdad y saqueo por parte del PP de Aguirre, Ignacio González y Cifuentes. Los madrileños y las madrileñas somos mejores que eso y queremos demostrarlo.
Firmamos esta carta para comprometernos y hacer una invitación colectiva, abierta y cívica. Ponemos en ella lo mejor que tenemos: nuestras manos, nuestro abrazo entre dos generaciones, nuestra complicidad e ilusión, para invitar a muchos más vengan de donde vengan. Así se ganó el Ayuntamiento de Madrid en 2015 y ese es el camino que queremos volver a recorrer. Lanzamos esta iniciativa dos personas, Manuela Carmena e Íñigo Errejón, de diferentes trayectorias y generaciones. Es una metáfora de lo que queremos para Madrid: poner diferentes miradas a encontrarse en un proyecto compartido.
Estos cuatro años la alcaldía de Madrid ha desarrollado iniciativas innovadoras y justas, pero ha tenido en frente la desidia y el boicot del Gobierno regional del PP y CS. Necesitamos gobiernos e instituciones que cooperen, no que se bloqueen. Hace falta sintonía, ideas claras y voluntad de servir a la gente, hayan votado lo que hayan votado. El Ayuntamiento y la Comunidad tienen que tener la misma partitura, no pueden desafinar. Por eso queremos presentar un proyecto integral. Porque los problemas y deseos de los madrileños y madrileñas no entienden de competencias, sino de trabajar juntos.
Por eso lanzamos esta carta a la ciudadanía madrileña, para extender la iniciativa Más Madrid también al ámbito de la Comunidad. Coordinando las propuestas en un programa conjunto y participativo, acompasando nuestras primarias el próximo mes de febrero y ofreciendo un proyecto integral, optimista y de futuro. Este es un llamamiento a juntarse, a las fuerzas progresistas y a toda la ciudadanía con o sin adscripción de partido, a la que sigue atenta esperando un cambio y también a la que está en la apatía o la duda. La política es de la gente y la hacen las personas. Estamos convencidos de que la cooperación, la apertura y la transversalidad multiplican y son las mejores llaves para el futuro. Es más necesaria que nunca otra manera de hacer política que escuche más que grite, que proponga más que imponga, que colabore más que compita. Amamos Madrid y Madrid se juega mucho. Al invierno siempre le sigue la primavera, y esta que viene no la vamos a olvidar. Cuidémonos: cuidemos la democracia, cuidemos Madrid”.
Carta de Pablo Iglesias
“Querida inscrita, querido inscrito:
Nunca imaginé que iba a tener que interrumpir por unas horas mi permiso de paternidad por una razón tan triste.
No imaginé que hoy, cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos, las cosas serían así.
Esta mañana me ha llamado Íñigo Errejón para informarme de que inicia un nuevo proyecto político personal junto a Manuela Carmena, con una nueva marca electoral. Pocos minutos después de la llamada, la carta de Manuela y de Íñigo estaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales.
En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste. No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto.
No es la primera vez que somos noticia por este tipo de cosas y vuelvo a sentir vergüenza de que se hable de nosotros por maniobras de este tipo.
Hace ya dos años, la Asamblea de Vistalegre mostró una herida y una falta de madurez que os avergonzó y nos avergonzó. Recuerdo cuando entré allí y escuché a nuestra gente gritar «unidad».
Salimos de aquella asamblea con el firme propósito de cerrar esa herida y madurar. En muchos partidos, quien pierde un Congreso se va a su casa o abandona la primera línea. Yo quise que en Podemos eso no fuera así y hablé con Íñigo para que, si los inscritos así lo querían, fuera nuestro candidato en la Comunidad de Madrid. Eso sí, dejando claro que ninguna persona está por encima del proyecto colectivo que decidís vosotros.
En momentos como este no es fácil ser secretario general. Al tiempo que las compañeras del grupo parlamentario confederal trabajan para que el Gobierno cumpla el acuerdo que firmé con Pedro Sánchez y poder, así, sacar adelante unos presupuestos que por fin revierten los recortes del PP, no es fácil tragar con ciertas cosas.
Pero quiero que sepáis que, mientras esté al frente de Podemos, vuestro mandato y el proyecto colectivo estarán por encima de cualquier ambición personal.
Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela, pero Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos y que se decidió en nuestras asambleas ciudadanas.
Hace cuatro años propusimos que Manuela Carmena encabezara la lista de la coalición entre Podemos y Ganemos para lograr el cambio en Madrid. Cuatro años después no nos arrepentimos de haberlo hecho. Se han hecho algunas cosas buenas para los madrileños y, por eso, nos alegramos de haber hecho posible que Manuela fuera candidata y de que contara con un equipo plural. Quizá quién le apoyó y acompañó entonces merecería otra consideración, pero hay algo mucho más importante que Manuela o que Podemos: que los madrileños tengan un Gobierno más decente que los anteriores. El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años, pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales en Madrid.
Pero, con todo el respeto, Íñigo no es Manuela. En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad. Y lo seguiremos haciendo con la sociedad civil y con la gente.
Vamos a seguir trabajando para cambiar las cosas. Nos dijeron que era imposible echar a los corruptos con una moción de censura; y, sin embargo, lo conseguimos. Nos dijeron que era imposible subir el salario mínimo, revalorizar las pensiones, parar la subida de alquileres o aumentar las ayudas a la dependencia; y, gracias a la gente que se movilizó, conseguimos un acuerdo con el Gobierno que algunos medios de derechas calificaron como «el más de izquierdas de la democracia». Hoy nos dicen que tendremos que conformarnos si el Gobierno no cumple todo lo que firmaron con nosotros, y volveremos a demostrar que los pactos que se firman con nosotros se tienen que cumplir punto por punto si quieren nuestro apoyo.
Los inscritos marcasteis el camino y cumpliremos con vosotros.
Este cumpleaños no es feliz, pero, en este tiempo en el que un nuevo bloque reaccionario amenaza con destruir las conquistas democráticas, nuestro deber es levantarnos y trabajar para defender la dignidad.
No será fácil. Hoy es un día amargo, pero la historia de las luchas sociales enseña que quien se levanta tras un golpe es más fuerte que quien nunca fue golpeado.
Hoy, como siempre, sí se puede”.