El presidente del Gobierno en funciones ha deleitado este viernes en el diario La Voz de Galicia con una entrevista cargada de construcciones surrealistas, evasiones y respuestas extrañas.
El jefe del Ejecutivo insiste en esa conversación en su defensa de que ante los presuntos casos de corrupción hay que ser contundentes, pero también justos, porque «hay gente a la que se juzga sin que pase por un juzgado y acaban triturados».
«A veces la desmesura se impone al concepto de justicia, que es todo lo contrario de la desmesura», afirma Rajoy cuando se le pregunta si se arrepiente de no haber tomado medidas antes con la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
«El problema es cuándo hay que tomar medidas, porque a Barberá ni la había llamado a declarar un juez. Esto de estar echándonos los trastos a la cabeza acaba no teniendo sentido», responde Rajoy.
«Es que me gusta la gente, por suerte para mí. (…) Estuve con unos y aquí con otros, y la gente siempre aporta. Aquello de Robinson Crusoe tiene que ser durísimo», asegura Rajoy en unas de sus crípticas e incomprensibles declaraciones.