La Marea Blanca volvió a recorrer ayer las calles de Madrid con una multitudinaria protesta en defensa de la sanidad pública y contra la privatización en su segunda manifestación desde que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid paralizara cautelarmente por presuntas irregularidades el proceso de privatización de los seis hospitales públicos madrileños iniciado por el Partido Popular.
Convocada por un conjunto de asociaciones y sindicatos, la manifestación comenzó en Cibeles, donde confluyeron las tres columnas que partían de Colón, la Puerta de Alcalá y Atocha para dirigirse hacia la Puerta del Sol, donde se leyó el manifiesto.
La protesta fue más numerosa que en otras ocasiones, y conservó el carácter pacífico y reivindicativo a pesar de los momentos de tensión vividos en la columna de Colón, que coincidió en un tramo del recorrido con la concentración convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para protestar contra la derogación de la doctrina Parot, y donde se produjeron fricciones entre los asistentes a una y otra manifestación.