Los jueces franceses que instruyen el presunto fraude fiscal en Suiza de 3.000 contribuyentes franceses creen que el banco helvético HSBC organizó un sistema de evasión de capitales a escala mundial que podría alcanzar los 4.000 millones de euros, según publica hoy el diario «Le Monde».
Esa cabecera, que se basa en «documentos judiciales», asegura que los investigadores franceses han recabado información que «confirma la implicación del banco en un sistema de fraude fiscal generalizado y a escala planetaria».
Se trata de la continuación de la investigación originada cuando en 2008 el informático Hervé Falciani entregó a las autoridades francesas datos de clientes del HSBC en Ginebra.
«El establecimiento bancario HSBC puso a disposición de sus clientes cuentas a nombre de sociedades ‘offshore’ (inscritas en paraísos fiscales) y se lo aconsejó para que pudieran disimular sus activos», muestran los documentos que publica «Le Monde».
Por ello, los instructores franceses quieren imputar al banco en calidad de persona moral por un desvío de fondos que puede alcanzar los 4.000 millones de euros, según el cálculo arrojado en 2013 por la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional de Francia.
Los documentos facilitados por Falciani han sido verificados y autentificados a través de «numerosos titulares de cuentas» contactados por la administración francesa, agrega el diario.
Así lo muestra también la investigación a cargo de la gendarmería francesa, que señala que los clientes aceptaron «mayoritariamente» las recomendaciones del banco con el único propósito de «eludir las cargas fiscales», prosigue la información.
Entre los 2.543 residentes en Francia que los investigadores han identificado se cuentan el expresidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), que reconoció que su cuenta en uno de esos paraísos fiscales a través del HSBC no fue declarada en Francia porque el objetivo era escapar al fisco francés.
También figura en esa lista, entre los ejemplos que ofrece «Le Monde», abogados como Xavier Gouyou-Beauchamps o Olivier Morice así como financieros como Antoine Francisci o deportistas como el extenista Henri Leconte, aunque este último asegura que colocó sus activos a través del HSBC en Mónaco y no en Ginebra.
(Agencias)